Mujeres ejecutivas en la alta dirección por méritos propios

Cada año, cuando se anuncia el día nacional de la Mujer Trabajadora, pienso lo mismo: ¿por qué esa insistencia en tratar la identidad femenina como si fuera una enfermedad? … y, además, rara. El auténtico día de la Mujer será aquel que no se tenga que celebrar más como una reivindicación.

Pero, entretanto ¿avanzamos hacia la igualdad en nuestro país? Pues, parece que no; más bien, retrocedemos. En el año 2015, España ocupaba el puesto 25 en el ranking mundial del porcentaje de igualdad de género entre 144 países y hoy nos hemos retrasado hasta el 29.

Pero lo más significativo y preocupante es que nos alejamos de los puestos de toma de decisiones y nos distanciamos aún más de la paridad. Porque ese puesto número 29 referido a la igualdad se retrasa hasta el 64 cuando hablamos de los cargos de liderazgo.

Curioso, por otro lado, que mientras vamos hacia atrás como los cangrejos en nuestra carrera hacia la paridad, desde 1998 las mujeres están ya mejor preparadas que los hombres en cuanto a formación. Más del 67 por ciento de los nuevos licenciados son mujeres, pero sólo el 14 por ciento tiene presencia en la alta dirección… el maldito “techo de cristal”.  Y no quería incidir en la retribución, pero es lamentable que las mujeres cobren respecto a los hombres un 23’50 por ciento menos… ¿por el mero hecho de ser mujeres?

Todas las empresas del IBEX presumen de tener “al menos una mujer en su Consejo”; en total, 17 mujeres frente a 83 hombres. Eso sí, un 4’6 por ciento más que en 2015.

En porcentajes generales, el 13’4 por ciento de los puestos directivos de las empresas españolas están en manos de mujeres, pero sólo el 3 por ciento son CEO. De los 1.735 directivos de primer nivel de 147 grandes compañías españolas, según estudio de Mujeres de Alta Dirección en España, sólo 234 son mujeres y de éstas, 8 son presidentas, 10 directoras generales y 3 vicepresidentas.

Estudios, que los hay para todos los gustos, auguran de cualquier forma que avanzamos hacia el cierre de la brecha de género en cuanto a retribuciones y concluyen que el proceso de igualdad se cerrará dentro de 47 años…  ¿Será así?, porque en mi etapa universitaria ya se hablaba de 50 años, han pasado décadas y parece que seguimos con el mismo plazo.

Soluciones las hay, pero falta la decisión y la voluntad necesarias para aplicarlas. Estas soluciones pasan y nos hacemos eco de la opinión de la Asociación Española de Ejecutivas y Consejeras,  por una verdadera política de conciliación de mujeres y hombres y  sobre todo por unas medidas disruptivas para que ayuden a salir del estancamiento actual y aceleren el cambio imprescindible.

Otras soluciones apuntan hacia una mayor flexibilidad de las condiciones de trabajo y, como no, las discutidas cuotas. Yo defiendo las cuotas, sí. ¿Incoherencia? Porque las cuotas, femeninas y masculinas, lo que pretenden y defienden es que en igualdad de méritos se prime al menos representado sea cual fuere. Y, hoy por hoy, en el entorno en el que nos movemos, sin cuotas… ¡aún sería todo peor!

La ley de Igualdad tiene las claves, pero hace falta usarlas.

Y acabo con el reconocimiento al trabajo, que en esta línea de defensa de la meritocracia, ha llevado a cabo el Observatorio Mujer, Empresa y Economía de la Cámara de Comercio de Barcelona, que recientemente realizó un estricto proceso de acreditación en el que se valoraba currículo académico, competencias como las habilidades comunicativas, de relaciones, empatía y adaptabilidad y flexibilidad para la selección de las primeras 50 mujeres acreditadas como consejeras y directivas por el ODEE.

Si la mujer no está hoy suficientemente representada  en los consejos de administración de las grandes empresas no es por falta de candidaturas, ni mucho menos porque no existan aspirantes con sobrada preparación, experiencia y reconocimiento. El concepto clave, que lamentablemente no se utiliza suficientemente hoy en día, es la meritocracia.

 

 

Fuentes:

Informe Gender Gap 2016 del Foro Económico Social (WEF); Asociación Española de Ejecutivas y Consejeras (Eje&Con); Consejo Económico Social (CES); Instituto Nacional de Estadística (INE); Ministerio de Sanidad, Bienestar Social e Igualdad; Centro Gobierno Corporativo. Estudio: “Mujeres de Alta Dirección en España”;  Observatorio Mujer, Empresa y Economía (ODEE). Cámara de Comerç de Barcelona. Instituto Català de la Dona; Expansión: Economía Informe Fedea; El Mundo “Radiografía de la brecha de genero laboral y salarial”.

Foto de Geralt.