¿Son los eventos una pérdida de tiempo? Pues, sí y no.

A menudo son una pérdida manifiesta de tiempo y recursos… si no están bien conceptualizados y sobre todo, si no tienen perfectamente definidos sus objetivos, contenidos y tiempos. Y, en cambio, son extraordinariamente útiles y eficaces… si responden a los objetivos de intercambio directo de experiencias sobre aspectos comunes a todos los participantes y la asimilación de esos conocimientos permite avanzar en la mejora de cualquier tipo de proceso.

El gran reto de los eventos hoy en día es aportar valor añadido. El conocimiento es cada vez más accesible y en ocasiones hasta gratuito. Algunos lo consideran incluso una commodity. Antes de asistir a un evento nos deberíamos preguntar: ¿Qué me van decir?, ¿qué voy a experimentar?, ¿a quién tendré al lado?  Si las respuestas no son motivadoras, los speakers no son buenos comunicadores o el contenido lo puedo consultar en un video de youtube, probablemente no valga la pena.

Otra evidencia es que las experiencias y resultados que emanan de los trabajos en Congresos o Comisiones no se traducen en un aprovechamiento inmediato y cuando se produce es solo de forma parcial. Tememos los cambios, aunque sean para propiciar mejoras.

Otra cuestión es la geográfica. Cada día somos más globales, pero cada uno carga con sus normas y hábitos. En un congreso internacional compartes diferentes experiencias con profesionales de tu mismo ámbito, pero que se desarrollan en entornos jurídicos, legales y sociales distintos.

En un momento de máxima globalización, los problemas y soluciones, aunque deben tener una vertiente local, cada vez en líneas generales son muy parecidas en las diferentes áreas geográficas.

Las firmas y profesionales que nos dedicamos a la auditoría y a la asesoría tenemos la necesidad de disponer de información de carácter general de las novedades contables, legales y fiscales que van aconteciendo en los países donde nuestros clientes están emprendiendo nuevos negocios o cerrando acuerdos comerciales.

Hace unos días, en el congreso anual del grupo Iberoamérica de Kreston Internacional tuve la oportunidad de compartir inquietudes y proyectos con los socios de aquellos países. ¿Qué conseguimos? ¿De qué nos sirvió?

Pues, por ejemplo, para ser más capaces de identificar posibles riesgos desconocidos en según qué latitudes y también para conocer territorios donde puede ser más atractivo invertir hoy en día, así como las estructuras de inversión más recomendables.

Asimismo, la participación en Congresos nos brinda una oportunidad única para conocer los servicios ofertados, tamaño, ubicación geográfica y principales contactos de las firmas integrantes de Kreston con las que colaboramos. Éste conocimiento nos facilita poder proporcionar a nuestros clientes el interlocutor, en cada caso más adecuado, para resolver sus necesidades en cualquier país del mundo, donde se plantee operar.

Lo decía al principio: objetivos y tiempos. Lo hicimos. Tratamos los temas de máximo interés y actualidad internacional como, por ejemplo, cuáles son “los procedimientos de Auditoría para  prevenir y detectar blanqueo  de capitales”.

Hacemos negocios con personas que conocemos y en las que confiamos, por esto es fundamental establecer y consolidar lazos de relación personal.