El pasado 21 de junio se daba por finalizado el Estado de Alerta el cual había paralizado el tejido empresarial, la economía y nuestras vidas. La vuelta a la actividad, que no a la normalidad, ha provocado que volvamos a tener ganas de remontar todo lo que se nos había quedado por el camino durante estos meses.

No podemos obviar que esta situación también nos ha traído cambios, a la hora de relacionarnos, de vivir y de trabajar. Gracias a los avances tecnológicos que hay hoy en día, muchos sectores han podido capear la situación y continuar dando servicio a sus clientes, y en algunos casos con un éxito inesperado.

En concreto, en el ámbito de los despachos multidisciplinares, como es el caso de Kreston Iberaudit, ha sido sorprendente y una admirable realidad comprobar como prácticamente todo el sector se había preparado y estaba totalmente organizado para afrontar el reto de nuestra gestión profesional en esos meses tan complicados que nos han tocado vivir. Y no se trata de una reorganización temporal, no; se trata de asumir los nuevos modos y fórmulas de trabajar a los que nos ha abocado esta situación y con la que vamos a tener que convivir durante algún tiempo más.

Es ya una normalidad que nuestras firmas hayan no solo implementado sino incluso normalizado el teletrabajo, mediante procesos de transformación digital muy avanzados, para favorecer la gestión empresarial, la toma de decisiones y el control de nuestros clientes en momentos de distanciamiento físico con su entorno profesional y laboral.

Y es que ahora, más que nunca, hemos puesto de manifiesto la importancia de nuestro trabajo. Las firmas multidisciplinares hemos y estamos ofreciendo, y así se reconoce, un servicio esencial para el mantenimiento de la economía del país.

Un alto porcentaje, por encima del 75%, de las empresas españolas se financian mediante créditos bancarios y esa misma banca ofrece mejor acceso al crédito cuando se trata de empresas auditadas.

En el marco del Fórum del Auditor Profesional, el Col·legi de Censors Jurats de  Comptes  de  Catalunya y el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España pedían una “reducción de los límites legales para auditar empresas” y destacaban que la auditoría será “una pieza clave” en la recuperación de la confianza y el crecimiento económico.

Y una de las conclusiones de la I Jornada virtual “Los efectos del COVID-19 en la información financiera y su relación con las áreas de trabajo del Experto Contable”, organizada por el Registro de Expertos Contables, REC] ha destacado “la relevante función de la auditoría en estos momentos para dar veracidad a la información financiera”.  En un momento en el que “el daño económico que está causando la pandemia ya está teniendo su reflejo en las cuentas anuales y en la información financiera y no financiera que de ellas se desprenden”.

No hay duda, pues, de la importancia de la información financiera y no financiera de las empresas para afrontar los retos de su recuperación, el conocimiento de la realidad de sus estados contables les es imprescindible para la toma de decisiones en estos momentos.

Y frente a todos estos retos y a estas realidades, aquí estamos reorganizados para afrontar el futuro desde el presente y dispuestos a favorecer con nuestra actividad que la recuperación sea un hecho desde este mismo momento.

Ahora, en la medida de lo posible, es tiempo para tomar distancia, de desconectar, de descansar y volver a cargarse de energía, para poder encarar el futuro con optimismo y con ilusión y llevar a cabo los proyectos personales y profesionales que cada uno de nosotros tenemos en marcha o en mente.

Buen verano a tod@s.