A estas alturas, en todas las firmas, sean del tipo que sean, conocemos los beneficios que tienen las estrategias de conciliación tanto para la organización como para los propios profesionales. El reto está en establecer un plan de acción adecuado, que sea beneficiosa para todas las partes y que logre -de verdad- ese equilibrio tan necesario entre la vida laboral y personal.

Equilibro entre la vida profesional y personal

Disponer de tiempo suficiente para dedicar a cada parcela su espacio es fundamental, pero, aunque no siempre es fácil, he intentado lograr ese equilibrio con pequeñas decisiones:

  • Poner límites, tanto en lo laboral como en lo personal, ayuda a concentrarse en lo que debes hacer en cada momento, sin distracciones ni otras preocupaciones. Querer abarcarlo todo al mismo tiempo sólo nos lleva al estrés.
  • Priorizar. Cada tarea tiene un nivel de importancia en cada momento. Establecer un orden nos ayudará a organizarnos mejor.
  • ¡Descansar! Necesitamos pequeños respiros en el día a día para evitar el desgaste físico y mental. Si no lo hacemos, seremos menos productivos.
  • Delegar. Hay ocasiones en las que, para llegar a todo, necesitamos la ayuda de nuestro equipo. Delegar responsabilidades nos permitirá manejar mejor todas las situaciones.

Al final, de lo que se trata es de encontrar la armonía para cuidar de nuestra salud mental.

MEDIDAS DE CONCILIACIÓN PARA LOS PROFESIONALES DE TU EMPRESA

Siendo consciente de la importancia de lograr el equilibrio laboral y personal, también debo responsabilizarme de ponerla en práctica internamente, no solo por el hecho de colaborar con la compatibilización de la vida personal, familiar y laboral de los profesionales, sino además para incrementar su motivación, compromiso, rendimiento, y fidelidad.

A veces las medidas más sencillas pueden ser de gran ayuda para lograr el bienestar de todos.

Por ejemplo:

  • Mayor flexibilidad horaria, adaptando la jornada laboral a las necesidades laborales de cada profesional. Siempre en la medida de lo posible.
  • Jornadas intensivas cuando sea posible, porque de esta manera optimizaremos mejor el tiempo de trabajo y el tiempo con la familia.
  • Teletrabajo. No en todas las empresas es posible, pero, cuando las condiciones de trabajo lo permitan, esta posibilidad, en cualquiera de sus modalidades (total, temporal, híbrida…) puede ser de gran ayuda para la conciliación.
  • Capacitación y desarrollo de habilidades, ofrecer oportunidades de capacitación y desarrollo de habilidades para que los profesionales puedan mejorar su desempeño en el trabajo y avanzar en sus carreras profesionales.
  • Comunicación abierta, fomentar una cultura de comunicación abierta y transparente, donde se puedan compartir ideas y preocupaciones sin temor a represalias.

Es importante que las medidas que se tomen se adapten realmente a las necesidades de tu equipo y a las posibilidades que ofrece el tipo de actividad laboral que se desarrolla en tu empresa.

En otras palabras, la clave para equilibrar la vida laboral y personal tanto para uno mismo como para los profesionales de tu empresa es la comunicación, la flexibilidad y la priorización adecuada. Solo así conseguiremos el equilibrio para tener un rendimiento óptimo en el trabajo.