El mundo se ha tornado digital y si tú no eres digital, no estás o no eres de este mundo. Un fenómeno total del que es víctima o beneficiado un sector tan metódico como el de la auditoría, que no ha tenido más remedio que acelerar el paso para subirse, aunque haya sido en marcha, al tren de la digitalización.

Tan rotundas son las conclusiones del estudio realizado por el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (ICJCE) sobre “La transformación digital en el sector de la Auditoría” bajo la dirección de Loreta Calero, que es obvio que la auditoría es de este mundo, porque la auditoría ya se ha hecho digital.

Se trata, ni más ni menos, de ponerse al paso y aceptar que la tecnología nos hace más eficientes y eficaces, aunque para ello debamos reinventarnos y también reinventar nuestros procesos de producción para encarar, como así concluye el estudio del sector, “el incremento de la calidad y reducción de riesgos, la presión regulatoria, el volumen de información cada vez mayor a gestionar y la exigencia de los clientes de un mayor nivel de eficiencia”. Sin dejar de lado, que el proceso de la transformación digital ni es gratuito, ni sale gratis…

Aquí todos tenemos que aprender o perfeccionar nuestras habilidades tecnológicas y los profesionales del sector “deberán evolucionar hacia un mayor conocimiento y capacidades tecnológicas”· Una tecnología que también deberá responder, por su parte, a las necesidades de una actividad y unos procesos que tampoco han sido demasiado interpretados por los creadores del software propio del sector auditor.

Hablamos de la estandarización de los sistemas, de la interconectividad, de automatización de los procesos, del análisis de la información, sin olvidar las exigencias regulatorias.

No se trata además de hacer lo mismo de forma diferente. Ni mucho menos. Las nuevas tecnologías y la digitalización aplicada a la auditoría nos obliga también a mejorar nuestros servicios, a descubrir nuevas formas de negocio y a convertir, en suma, los cambios en oportunidades de mejoras colectivas… e individuales.