Había que hacerlo. Lo estamos haciendo. Y lo estamos  haciendo bien, porque los resultados lo corroboran: “Las auditorías firmadas por mujeres -según un estudio publicado en Journal of Business Research- se han triplicado durante los últimos ocho años en España”

Pero el porcentaje de mujeres auditoras en valores absolutos en España (ejercientes y no ejercientes) es hoy por hoy todavía solo del 25%. Hay que seguir propiciando el incremento de la presencia de la mujer en el colectivo de profesionales de la auditoría financiera y, por supuesto, también que ese incremento se refleje en los cargos directivos dentro de las firmas.

Esos son los objetivos fundamentales de la nueva Comisión de Equidad de Género que ha impulsado el Col·legi de Censors Jurats de Comptes de Catalunya y que, con mi mayor entusiasmo, he asumido presidir.

Queremos dar una mayor visibilidad social y profesional a las mujeres auditoras con cargos directivos para crear referentes del sector e introducir la perspectiva de género en los consejos de las firmas auditoras.

En el informe antes citado del Journal of Business Research se destaca que a pesar de ser minoría, las auditoras mujeres realizan un mejor trabajo que los hombres: “Los resultados del estudio muestran una mayor calidad de la información financiera en las auditorías firmadas por mujeres, al presentar estas menos devengos discrecionales o valores anormales que las firmadas por hombres”, según Diego Ravenda, coautor del estudio y profesor de Contabilidad y Análisis Financiero en la escuela de negocios TBS en Barcelona.

Y lo atribuye a que los hombres asumen entre un 28% y un 68% más riesgo que las mujeres. Un segundo estudio publicado en Accounting Horizons sugirió que los hombres sufren de exceso de confianza en un mayor número de casos.

Pero somos 20.893 los auditores colegiados en España (15.653, hombres; 5.240, mujeres) y no se trata de entrar en valoraciones ni eficiencias de unos y otros. Esa no es nuestra guerra. Ni mejores, ni peores. De momento somos menos y queremos ser más. Pero sobre todo lo que pretendemos, revindicamos y vamos a conseguir es, simplemente, ser y estar en igualdad de condiciones en la gestión y en la dirección de las firmas. Ni más, ni menos; simplemente, iguales.